
viernes, 18 de diciembre de 2009
Rompiendo clichés

martes, 24 de noviembre de 2009
Veronika decide morir

viernes, 23 de octubre de 2009
Buenas noticias

martes, 20 de octubre de 2009
Crónica del desamor, de Rosa Montero

Rosa Montero nos introduce al mundo a través de la mirada de Ana Antón, la protagonista, madre soltera y trabajadora que trata de encontrar su lugar en el mundo. Combinando su desalentadora visión de la realidad, se entrelazan las vidas de sus amigas, todas ellas mujeres y con algo en común: el desamor. Desamor más allá de lo erótico y lo romántico. Desamor quizás hacia el mundo, hacia el sentido de la vida y hacia la trascendencia de lo más cotidiano.
La crudeza y a la vez sensibilidad de Rosa Montero logra elevar situaciones nimias a la categoría de artísticas y consigue que su novela, su crónica del desamor, haga nacer en nosotros un paradójico deseo de amar la vida.
Imprescindible para los que, como yo, han sentido escalofríos al leer alguna vez a esta autora.
lunes, 28 de septiembre de 2009
El marcapáginas vuelve para quedarse.
Ella ha agarrado el marcapáginas, ha abierto los ojos de golpe y, con los ojos fijos en un techo lleno de pegatinas, ha dicho "madre mía, ya estamos casi en octubre".
Así es, lectores y lectoras, el marcapáginas abandona hoy sus vacaciones para volver a este joven y aún ruinoso blog. Dentro de poco tendréis de nuevo mis recomendaciones literarias (que hablo aquí en plural y sólo he colgado una, ¡qué poca vergüenza!), todo evento literario del que pueda hablaros y demás temas. Hoy por hoy, os saludo a todos -si es que todavía os acordáis de mí ;)- y os dejo con un pequeño regalito, así, para comenzar bien la jornada 09-10 de "El marcapáginas": Un fragmento de "Los cínicos no sirven para este oficio" escrito por John Berger (el fragmento; que el libro es de Kapuscinski) que a mí me ha parecido una verdadera delicia.
"¿Por qué relatamos historias? ¿Para pasar el rato? A veces. ¿Para informar? ¿Para decir algo que no ha sido dicho todavía? Sí, a veces, sólo para ganarnos el pan de cada día o para hacer que la gente entienda lo afortunada que es, dado que hoy la mayor parte de los relatos son trágicos. A veces parece que el relato tenga una voluntad propia, la voluntad de ser repetido, de encontrar un oído, un compañero. Como los camellos cruzan el desierto, así los relatos cruzan la soledad de la vida, ofreciendo hospitalidad al oyente, o buscándola. Lo contrario de un relato no es el silencio o la meditación, sino el olvido.
Siempre, siempre, desde el principio, la vida ha jugado con el absurdo. Y dado que el absurdo es el dueño de la baraja y del casino, la vida no puede hacer otra cosa que perder. Y, sin embargo, el hombre lleva a cabo acciones, a menudo vailentes. Entre las menos valientes, y no obstante, eficaces, está el acto de narrar. Estos actos desafían el absurdo y lo absurdo. ¿En qué consiste el acto de narrar? Me parece que es una permanente acción en la retaguardia contra la permanente victoria de la vulgaridad y de la estupidez. Los relatos son una declaración permanente de quien vive en un mundo sordo. Y esto no cambia. Siempre ha sido así. Pero hay otra cosa que no cambia, y es el hecho de que, de vez en cuando, ocurren milagros. Y nosotros conocemos los milagros gracias a los relatos." John Berger.
Y con esto y un bizcocho... =)
miércoles, 3 de junio de 2009
De papel
Me lo he encontrado en El País, esta vez. Curioseando entre la actualidad de la sección de cultura he dado con una entrevista estupenda a Eduardo Vilas. En la entrevista, hecha por Miguel Ángel Villena (madre mía, cuánto admiro a este hombre), Eduardo Vilas mantiene que el libro a papel pervivirá durante siglos.
Defiende la utilidad práctica del soporte de papel, el valor simbólico del libro y todo eso. Además, para evitar, supongo, la desesperación de esos amantes del libro en papel y tinta, añade:
"Ni la televisión acabó con la radio ni el cine con el teatro. Ahora asistimos, por ejemplo, al regreso de la moda del vinilo que vuelve a llenar hoy las tiendas de discos. ¿Quién lo iba a decir?"
Y hombre, esto queda muy poético y me ha encantado leerlo, pero no creo que haya más vinilos que CDs. Sea como sea, sus palabras han reanimado mi vena optimista, hasta que.... (y aquí se masca la tragedia)....
He visto la encuesta de El País, debatiendo sobre si la Feria del Libro ha hecho bien en prohibir la exposición de libros digitales. He participado en la encuesta, por supuesto. Y me he quedado algo sorprendida con los resultados.
Nada más, lectoras y lectores. Os dejo con estas tonterías que me han distraido un poco esta tarde calurosa. Me retiro, marcapáginas en mano, a seguir con mis lecturas.
martes, 2 de junio de 2009
Sí, nos influye la portada
O, al menos, esa es la conclusión que puedo sacar de la encuesta. El 52% de nosotros, una clara mayoría, afirmó que "es inevitable. Una buena portada siempre supone un reclamo". Vamos, que nos llama más la atención un libro con portada bonita que uno simple y en negro. Era de prever. Si no, a ver cómo explicamos el éxito de algún que otro libro/bestseller que ronda por ahí. Será todo cuestión de la purpurina.
Por el contrario, un 21% negó rotundamente elegir un libro por su portada. Mis aplausos para ellos, aunque no sepa muy bien cómo se lo montan. Supongo que será cuestión del título -que es otro factor, para mí, muy importante-.
La tercera respuesta más votada ha sido "Procuro no tenerlo en cuenta, pero si la portada no me gusta es difícil que me interese el libro", con un 16% de los votos. Más de lo mismo. Queremos dibujos; una portada en negro y un título en letra milimétrica tiene todos los papeles para quedarse estancado en una estantería. Qué le vamos a hacer. Incluso el lector más exquisito ha de hacer una primera elección a la hora de coger un libro para ver de qué trata, y en esa decisión ha de influir, lo queramos o no, la portada.
Por último, un 11% reconoce abiertamente verse influído por ella. Para qué andarnos con rodeos.
En cualquier caso, es evidente lo evidente: sí, blogueros y blogueras, nos influye la portada. Lo queramos o no. ¿Triste? ¿Decepcionante? ¿Fascinante? ¿Superficial? ¿Digno de un estudio psicológico o de un requiem a la lectura bohemia?
Sea como sea, y sin saber muy bien dónde posicionarme todavía, he de decir que ha sido muy divertida la experiencia. Os doy las gracias por la participación y por haber satisfecho la curiosidad de este ratoncillo de biblioteca.
Saludos a todos, abrazos y demás y, antes de irme, os dejo con el enlace a una de las portadas que consiguió atraparme con más facilidad. Una de mis favoritas.
La ladrona de libros.