Hay
tantas cosas que me gustaría contarte. Y no puedo.
Me gustaría ser como tú, y
creer que estés donde estés puedes oírme, o guiarme, o responderme a tu manera.
Pero no puedo.
Hay
tantas cosas que me quedaron por preguntarte, tantos consejos que ya nunca vas
a darme. Hay fotografías que, sin pararme a pensar, pienso en enviarte. Y sólo
al decirlo en voz alta soy consciente de que nunca vas a recibirlas. Pierden el sentido.
Yo iba a ser tus dedos para tus historias. Puede
que sea lo único que me has pedido nunca. Y no me
perdono el tener que inventármelas para hacerte justicia.
Nadie
me avisó de lo difícil que es echar de menos,
Y no
poder decírtelo nunca.
Mis lágrimas llegan hasta el cielo, hoy llueve al revés.
ResponderEliminarGracias
Siento haberte hecho llorar...
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