viernes, 18 de diciembre de 2009

Rompiendo clichés

Hoy llego sorprendida. Hoy, por primera vez en mi corta trayectoria de criticona, puedo decir que una película adaptada de un libro me ha gustado verdaderamente. Y no, no hablo de "han sido fieles al libro, podría haber sido peor". Hablo de una película que, esta vez sí, me ha encantado y me ha dejado un buen sabor de boca.
Hablo de El Erizo, la adaptación cinematográfica de La elegancia del erizo, por Mona Achache. En verdad, he de ser sincera: no quería ir a ver la película, porque es uno de los libros que más me han gustado este año y no quería estropear la imagen tan bonita que me había montado en la cabeza. Sin embargo, una amiga me ha engañado hasta conseguir que fuera, pese a mis reticencias. Y no me arrepiento en absoluto.

No se trata de una adaptación fiel. No. Lo que se mantiene fiel es la esencia, la magia, el encanto de La elegancia del erizo que ya me puso los pelos de punta en papel y que hoy lo ha vuelto a hacer frente a la pantalla. Y eso, eso, es precisamente lo que creía que no iban a conseguir.
Ya hablé en el blog del libro, y de lo muchísimo que me gustó, así que no voy a reincidir en el argumento. Sólo diré que la película ha conseguido cambiar el método, introducir nuevas formas e ideas que han conseguido lanzar el mismo mensaje que el libro.
Imprescindible. Eso sí, yo, que había leído el libro, he disfrutado bastante más que mi amiga, que no lo había hecho. Me parece, que de alguna manera, libro y película en este caso se complementan, más que sustituyen. Recomiendo, por primera vez en mi vida: leer el libro y, después, disfrutar de su versión cinematográfica.
Y creedme si os digo que jamás pensé que haría algo así.
Un punto especialmente fuerte, que me ha llamado muchísimo la atención, es la actriz que encarna a Renée. Sus ojos, su mirada desvalida e insegura dentro de esa apariencia grotesca y desagradable. Esos ojos han logrado superar los que creó mi imaginación.
Como mucho como mucho, por ser algo criticona, diré que el final es bastante mejor en el libro. El final es sublime. Al de la película, en cambio -al menos, desde mi opinión-, le falta algo de fuerza.
UA-11417039-1