“Los libros digitales no conseguirán enganchar a los jóvenes que no leen en papel” – Arlet Hinojosa



La idea surgió tras ver una noticia sobre la explotación infantil en Ghana, que impactó fuertemente a Lorena Moreno. No obstante, trasladó la historia a Bali, pues en la mitología hindú representa el soberano de los infiernos. “Me pareció un lugar adecuado para ambientar la situación”, explica. Y su libro, hasta ahora el más largo de todos los ganadores del concurso, efectivamente narra un infierno: la explotación infantil en un pueblo de pescadores. “Quise, con el libro, llamar la atención al lector sobre un tema que aunque no se dé en la ciudad donde vivimos es muy importante. Y de esta manera ofrecer el contraste de que hay varios mundos en uno”, asegura la autora.
El duro trabajo que conllevó su investigación convenció al jurado, que le concedió así la que ya es la V edición del premio Jordi Sierra i Fabra. “Estoy muy contenta. No me lo esperaba en absoluto. Cuando Jordi me llamó, me costó reaccionar” recuerda, y se emociona. No es para menos: además de la publicación de su novela este verano, recibirá 3.000 euros y asistirá el próximo 9 de marzo a la gala de entrega de premios de SM. “Estos concursos –explica- son muy importantes. Muchos de los jóvenes que ahora leen y escriben serán los grandes escritores de los próximos años, estos concursos son el empuje que necesitan para dar cara al mundo y lanzarse a por sus sueños”
Ella, al menos, lo tiene claro. Le gustaría poder combinar su vocación periodística con la escritura, afición de la que disfruta “desde muy pequeña, sobre los siete años”. Ideas no le faltan, aunque el segundo curso de Bachiller le quite tiempo para escribir. Por el momento, dice, está documentándose, y le gustaría poder escribir alguna novela de misterio, pues admira la destreza con la que se consigue mantener al lector en vilo hasta el último momento.
Ávida lectora, reconoce que en su estantería predomina Jordi Sierra i Fabra, cuyos libros “abordan muchísimos temas importantes”. Le cuesta decidirse de entre todos los autores con los que disfruta, pero nombra también a Laura Gallego, Agatha Christie, Zafón o Stieg Larsson. “¡Son tantos…!”, confiesa.
Jara Santamaría.
Publicado en Culturamas.
- Tanto Ricardo Gómez como usted han coincidido en escribir una historia de amor. ¿Es algo que están pidiendo los lectores?
Yo pienso que no es coincidencia. Ambos somos unas personas muy emotivas, es verdad. Pero por otro lado influye cómo está el mundo, siempre las mismas guerras por las mismas tonterías. Estamos hartos de crisis, de políticos, de que nos mientan… ¡tantas cosas! –exclama, muy serio-. Yo veo a los niños y pienso que un poco de amor y romanticismo nunca están de más. Los sentimientos son lo único que no cambia con el tiempo. Nos seguimos enamorando igual. Por tanto, un libro con sentimientos sigue siendo válido, siempre y cuando esté bien escrito y no se caiga en lo cursi.
- Una historia de amor para un premio para niños… curioso, ¿no?
¿Quién no se enamora con 12 ó 13 años? ¡Yo debuté con cuatro años! –se ríe-. Fui muy precoz, pero por mi tartamudez no podía decirle a una niña que me gustaba.
- ¿Es consciente de que es uno de los autores más queridos? ¿Es una responsabilidad?
Ahí discrepo –dice convencido-. Me he ganado un respeto después de 40 años de escribir pero yo sé que despierto tantos odios como amores. Amores porque la gente que me respeta y me lee sabe de mi pasión por escribir, pero también hay gente que piensa que escribo demasiado. En este país la envidia es un mal endémico; cogemos a gente, la encumbramos y luego le tiramos piedras. Llámese Almodóvar con la academia de cine, llámese Sierra i Fabra como escritor.
Cuando hago un libro es imposible que le guste a todo el mundo por igual, pero hay que respetar el trabajo de un hombre que lleva toda la vida escribiendo libros y que dentro de poco va a publicar el número 400. ¿Estoy loco? No. Es que me gusta escribir. (...)