jueves, 28 de abril de 2011

The end (a eso de las tres menos cuarto)

Madrid me prometió tantas cosas cuando llegué.
Tenía mis cuentos en la cabeza, veía personajes en cada cristal y en cada tren. Miraba la ciudad atestada de gente y sólo quería mimetizarme, sentirme una de ellos, fundirme en el estruendo nocturno de luces como eso, una madrileña. Vivir todo eso que se puede vivir absorbida por sus calles y gritos, y esa noche que no parecía acabar nunca.
Me dijo muchas cosas, Madrid. Algunas eran preciosas. La mayoría era mentira. 
Pero me las aprendí de memoria, una a una.
Ha pasado el tiempo, claro. Hoy camino en sus calles y ya no son escenarios de cuento. Los edificios están manchados de recuerdos, los portales están sucios de besos, los bares tienen excesos que me avergüenzan y las aceras están gastadas de mis tacones borrachos cuando creía quererle tanto que me ahogaba. Nada es tan virgen como cuando llegué, la ciudad no es inocente, sino una ciudad conmigo. Hay promesas incumplidas esperándome con sus reproches en las esquinas, y hay cosas que olvidar en esos caminos que parecían tan nuevos. Ya digo los nombres de las calles cuando guío a los taxistas de vuelta a mi casa. 
Han pasado seis años. He visto bostezar a Madrid, la he visto sin desmaquillar. La he visto borracha y me sé lo de sus mentiras. Y aun así, tiene ese algo. Ese algo que la hace capaz de llegar, seis años después, y cogerme del brazo. Porque hoy llueve y me frena en un semáforo para que la mire bien. Quiere hacer las paces y yo no sé decir que no. 
Se ha propuesto invitarme a una copa. Está empapada y preciosa. Me seduce con sus luces como si volviera a tener dieciocho años y acabara de aterrizar con una maleta. 
Hace conmigo lo que quiere. Qué puedo hacer yo. 

En el fondo, lo sabe. Siempre he estado un poco enamorada de ella. 

domingo, 24 de abril de 2011

Juntos, de Ally Condie

Juntos, de Ally Condie. Editorial Montena, 2011. 352 páginas. 14’95€

El mundo de Cassia, protagonista de Juntos, funciona de una manera matemáticamente perfecta. Nada falla, todo sucede tal y como debe suceder, las personas acceden al puesto de trabajo que más se adecua a sus necesidades, nadie muere hasta cumplir los ochenta años y, por si esto no fuera suficiente, aquél que decida casarse lo hace siempre con su pareja perfecta.
Todo esto se enmarca en un escenario futuro en el que la sociedad está completamente controlada por el Estado. Este, mediante un complejo sistema, establece fichas de cada uno de sus habitantes y toma por ellos todo tipo de decisiones: qué y cuánto comen, qué actividades de ocio pueden hacer durante su tiempo libre, e incluso de quién deben enamorarse. Un sistema que nunca falla pero que, sin embargo, con Cassia ha cometido un error.
La confusión de Cassia transportará al lector a la cabeza de una persona que ha permanecido toda su vida encadenada a la falta de libre albedrío, y que solo sabe vivir así. Desde sus ojos, acompañado por la delicadeza del estilo de Ally Condie, el lector asistirá a un relato sobre la necesidad de rebeldía. Conforme Cassia abre los ojos, la autora regala también una reflexión acerca de la necesidad de libertad, del azar y del papel del arte como liberador del ser humano.
En un mundo en el que aprender caligrafía está prohibido, Cassia rozará la libertad con las palabras, escribiendo y memorizando poemas que nadie debe conocer. Una historia, en definitiva, reveladora, mágica, que enseña una bonita lección sobre la importancia de tomar nuestras propias decisiones al margen de lo que se espere de nosotros. Un cuento atemporal que ya tiene segunda parte: Crossed, que en EEUU llegará a las librerías en noviembre de este año.

Reseña publicada en la revista Culturamas

miércoles, 20 de abril de 2011

Crítica a la crítica.

Las películas de Pixar emocionan y siempre dicen algo. Eso es algo que siempre había advertido pero que hasta ahora no me había parado a analizar. Esta semana santa, con un trabajo de teoría de autor a cuestas, me ha tocado analizar concienzudamente alguna de sus películas: entre ellas Ratatouille. Cuando la vi por última vez, tenía 17 años y no me detuve demasiado a paladearla, pero la película verdaderamente lo merece. No es la más conocida de Pixar, tampoco la más querida, pero en mi caso es la que más me emociona. Quizás porque habla de arte, quizás porque habla de sueños, del placer, de París, del amor, de integración interracial, de que "anyone can cook". Es una película sabrosa, llena de matices, cocinada con mucho mimo. De esas que te envuelven y te contagian la sonrisa, provocando un "¿por qué no?". De esas que volverías a ver una segunda, una tercera vez, para masticar cada uno de sus detalles. 
Hoy me quedo con uno de los discursos finales de Anton Ego, crítico culinario que desde la primera escena atenaza a todo cocinero de París y que, el los últimos minutos del film, nos deja a todos una lección interesante. Habla de cocina pero, amigos, creo que todos nosotros (todos los que nos dedicamos desde el lado que sea a algo relacionado con las artes o la cultura) sabremos entender muy bien.

“En muchos sentidos, la labor de un crítico es sencilla. Arriesgamos muy poco y sin embargo disfrutamos de una posición privilegiada sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su persona a nuestro juicio. Prosperamos gracias a la crítica negativa, la cual es fácil de escribir y leer. Sin embargo, la amarga verdad que debemos enfrentar nosotros, los críticos, es que en el gran orden de las cosas la pieza promedio de basura es más significativa que la crítica que la califica de esa forma.


Pero hay ocasiones en que un crítico realmente arriesga algo, y esto ocurre en el descubrimiento y defensa de lo nuevo. El mundo es a menudo cruel con los talentos nuevos, las nuevas creaciones; lo nuevo necesita amigos”




(Aquí va el video. Ojo, spoilers, a fin de cuentas es una escena final...)

viernes, 15 de abril de 2011

Todas las canciones hablan de mí



"Evolucionar constituye una infidelidad. A los demás, al pasado... a las antiguas opiniones de uno mismo. Cada día debería tener, al menos, una infidelidad esencial. Una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro. Una afirmación de que las cosas pueden ser no solo diferentes, sino mejores" - Todas las canciones hablan de mí, de Jonás Trueba.

Una película en la que no pasa nada. Ni comienzo, ni final, ni evolución de personajes. Nada. Solo como un retrato, así como en acuarela, así como sin entender lo que pinta pero probando colores. A mí, humilde servidora, sin idea ninguna de cine y sin expectativas de ningún tipo, me provocó más de una sonrisa. Mucho Madrid, personajes curiosos, conversaciones cuidadosamente realistas y reflexiones como la que arriba os dejo. A ver si, como a mí, también os pica la curiosidad.

Zafiro, de Kerstin Gier

Zafiro, de Kerstin Gier. Editorial Montena, 2011. 380 pp.

Las aventuras de Gwendolyn Sheperd continúan en Zafiro (ed. Montena), esperada segunda parte de la saga Rubí, que llega cargada de sorpresas, acción y, por supuesto, mucho amor. Gideon y Gwen han comenzado una vida en la que no tienen otro remedio que pasar mucho tiempo juntos, pero ser viajero en el tiempo no es en absoluto fácil. La protagonista va a tener que aprender en pocos días todo aquello que debe saber y que aprendió en su lugar la siempre perfecta Charlotte. Es una tarea difícil, pero que Gwen bien podría sobrellevar gracias a los nuevos e inquietantes sentimientos que empiezan a surgir con su compañero de aventuras, Gideon. Sin embargo, pronto empezará a descubrir que tal vez sea el momento de bajar de las nubes. La desconfianza, una posible traición y demasiadas mentiras se imponen en el camino de la pareja y Gwen comprenderá que, desde que se descubrió su don de viajar en el tiempo, ya no puede fiarse de nadie.
Una vez más, al igual que en Rubí, la personalidad de la protagonista es una de las grandes bazas de la novela. La espontaneidad de su lenguaje, la frescura y verosimilitud de sus pensamientos y preocupaciones, la convierten en una sorprendente y algo atípica heroína con la que cualquier chica puede identificarse. Frente a Charlotte, siempre correcta, culta y educada, Gwen ha adquirido sus conocimientos vitales gracias a las películas, los musicales o las series de televisión, y su naturalidad al expresarse carga la novela de un gran sentido del humor.
Gideon, serio pero dulce, misterioso pero frágil, es el extremo opuesto y el perfecto coprotagonista para una novela en la que la relación entre los personajes está manejada de forma magistral. Sumándole el evidente atractivo de los viajes en el tiempo, el ritmo trepidante de la trama y la a veces desquiciante (y por ello efectiva) dosificación de la intriga, tenemos todos los ingredientes de una novela que atrapa desde la primera hasta la última página.
La tercera parte, Esmeralda, saldrá en España de la mano de la editorial Montena este otoño y cerrará una saga que ya ha enganchado a miles de jóvenes. Grupos en facebook dan muestra de ello: los lectores ya han quedado rubinizados.

Reseña publicada en Culturamas.

Presentación de Darkiss, nueva colección juvenil de Harlequin

La editorial Harlequin se lanza a la literatura juvenil con una nueva colección, Darkiss, que llega al mercado con seis libros nuevos para el año 2011. La editorial hizo su presentación ayer en la librería La buena vida rodeada de blogueros, entre los que se encontraba Culturamas, buscando así compartir experiencias y opiniones con los jóvenes redactores de la blogosfera. Un símbolo del gran protagonismo que desde el primer momento han querido darle a la red. La página web, así como su Facebook o su blog, son claras muestras de su deseo de interactividad con los lectores aprovechando las potencialidades de Internet.
Profecía de sangre, de PC Cast, es el primer título de la colección, un libro de fantasía paranormal con una protagonista muy inquietante. La misma línea sigue Entrelazados, de Gena Showalter, cuyo personaje principal es un chico que alberga en su mente cuatro almas humanas. Ambos libros, a la venta en el próximo mes de mayo, forman parte de sagas y tienen una fuerte presencia del romance paranormal o gótico. Este es el camino que por el momento siguen todas sus novelas previstas para 2011: My soul to take, de Rachel Vincent y Poison Study de Maria V. Sydner (a la venta en septiembre) así como Brighid’s Quest de PC.Cast y Unraveled, de Gena Showalter (segundas partes de las sagas comenzadas con los dos primeros títulos, que se publicarán en noviembre de este año).
La editorial, sin embargo, no se cierra a la búsqueda de otro tipo de fórmulas alejadas de la fantástica o de la trilogía, y no descartan la literatura realista o la aparición de autores noveles. En la charla con los blogueros, Darkiss hizo patente su entusiasmo, sus ganas de encontrar libros nuevos alejados de lo convencional y, sobre todo, de permitir que sea el propio lector, verdadero conocedor de esta literatura, quien les guíe en el proceso de formación de la colección. Los libros, además de su formato en papel, contarán también con su salida en e-book, de precio algo más reducido, y siempre unos pocos días antes de su salida en soporte clásico.

jueves, 7 de abril de 2011

Los recuerdos se sujetan a arañazos
aunque el tiempo imponga su perspectiva


Muy pese a que todo apunte a la imaginación
y la certeza se convierta en sueño y los sueños en estupideces,
muy pese a todo trago saliva
y pienso
te pienso.

viernes, 1 de abril de 2011

Entrevista a Arlet Hinojosa

“Los libros digitales no conseguirán enganchar a los jóvenes que no leen en papel” – Arlet Hinojosa

Jara Santamaría (texto)/ Julio Ulanga (fotografías)
Arlet Hinojosa tiene 15 años y una novela a punto de publicarse. La joven, residente en Elche y estudiante de 4º de ESO, ganó el VI Premio Jordi Sierra i Fabra para jóvenes escritores gracias a su novela La leyenda negra. La autora acudió a recoger el galardón en la gala de entrega de los Premios de la Fundación SM, en Madrid, momento en el cual Culturamas aprovechó para reunirse con ella y conocerla un poco más.
Arlet Hinojosa desprende una energía contagiosa. Al hablar gesticula, ríe, relata. Con una radiante sonrisa, no oculta el entusiasmo que el premio supone para ella, y afirma no poder creerse todavía que verdaderamente haya ganado el concurso. La lectura y la escritura le apasionan, y eso es algo que descubrió de niña cuando su madre, Arlette Geneve, publicaba su primera novela. Ella solo tenía nueve años, pero ya entonces decidió que quería leerlo. “Mi madre me decía que era demasiado pequeña para eso. En buena medida, esa rabia que me daba el no poder disfrutar de su lectura fue lo que terminó por impulsarme a escribir también; quería escribir una novela, publicarla y dedicársela a ella”, explicaba emocionada. Ella siempre me ha insistido en que no parase nunca de escribir”. Eso ha hecho desde entonces Arlet Hinojosa y, por el momento, parece que no le ha ido nada mal.
P. ¿Cómo recibiste la noticia de que habías ganado el premio?
R. Yo estaba con mis padres en el Burger King y sonó el teléfono de mi padre. Cogió el teléfono y después me lo tendió muy serio, y me dijo simplemente “Jordi Sierra i Fabra”. Ahí estaba yo, con los carrillos llenos de hamburguesa y pensando “Dios, he hecho algo mal en el último momento y me han descalificado la novela”. Pero entonces escuché la voz de Jordi, que me daba la enhorabuena. Pregunté por qué, todavía sin poder creérmelo, y entonces ya sí me lo dijo: había ganado el Premio Jordi Sierra i Fabra. Me quedé totalmente en silencio. Mi madre mientras tanto me miraba, intentaba que le contara algo, pero yo no podía hablar. Estaba temblando como una hoja, ¡incluso le pregunté a Jordi Sierra si estaba bromeando! No fui capaz de asumirlo. Él me contaba cosas del premio, del jurado, de la gala… pero yo no me enteraba de nada. Al paso de los días, terminé por asimilarlo.
P. ¿Qué tema trata la novela?
R. Es una novela que, pese a que algunos la califiquen de fantástica, yo pienso que es ciencia ficción paranormal. Habla de las brujas de Zugarramurdi, donde descubrí que la Inquisición había quemado en la hoguera a bastantes jóvenes por delitos de brujería. La mayor parte de la gente, cuando le cuento de qué trata el libro, piensa que son las “típicas” brujas con sombrero y su escoba, pero no es así. Son chicas normales, que un día  fueron acusadas de brujería por alguna razón y eran quemadas en la hoguera injustamente.
P. ¿Por qué decidiste presentarla al premio Jordi Sierra i Fabra?
R. Por varios motivos. El hecho de que haya un jurado que no solo lea sino valore tu obra y te mande una carta con un informe sobre tu novela, con tus fallos y tus aciertos es muy útil. Yo quería aprender, quería mejorar como escritora y ver hasta qué punto sirvo para esto, y este concurso era una buena oportunidad. Además, cuando conocí el concurso, a través del foro de la escritora Laura Gallego, descubrí que entre los participantes había un ambiente impresionante: todos se ayudaban, se daban consejos… Me impresionó muchísimo ese compañerismo entre, aparentemente, contrincantes. Es muy positivo.
P. ¿Crees que haría falta más concursos para menores de 18 años?
R. Efectivamente. Debería haber más premios porque son una oportunidad muy grande para los jóvenes, para mejorar y para animarles a escribir. Un menor de edad no puede competir contra un adulto, y eso le desanimará. Si hay premios para menores, son generalmente una compensación económica nada más. Este en cambio permite la publicación del libro, y tiene una dedicación enorme por parte de Jordi Sierra i Fabra, que me parece admirable.
P. ¿Crees que es verdad lo que dicen de que la gente joven ya no lee?
R. Sí, es cierto. En un instituto los que escriben o leen son cuatro gatos. Existe además un cierto rechazo hacia la gente que escribe. Normalmente cuando intervienes en clase y usas un cierto vocabulario que se sale mínimamente de lo esperable, la gente automáticamente te tacha de diferente. Esto provoca que a la gente le cueste adaptarse y que, a veces, opten por hablar mal, intentando ser aceptados. Es lo que hice yo, hasta que me di cuenta de que tenía que ser como soy.
P. Precisamente para intentar enganchar a la gente joven, y aprovechando las nuevas tecnologías, las editoriales están optando por nuevos formatos más interactivos, con nuevas aplicaciones. ¿Qué opinión te merece esto? ¿Crees que efectivamente supondrá un reclamo para la juventud?
R. No creo que esto consiga enganchar a aquellos que tampoco leen en soporte de papel. El que un joven no lea se debe, principalmente, a que sus padres no leen. Los niños imitan; en mi casa siempre se ha leído y yo he leído también. Si un chaval no lee, no lo va a hacer por mucho que sea en un iPad y con mil aplicaciones. En todo caso será un buen sustituto de los libros de texto en clase, pero los verdaderos amantes de la lectura prefieren el papel.
P. Por último, ¿qué autores o géneros predominan en tu estantería?
R. Laura Gallego García, JK Rowling, Tolkien… la fantasía en general me encanta. Sé que dicen que está muy manida, que ya está todo inventado, pero yo pienso que un escritor ha de ser capaz de escribir una escena de manera única. ¿Cuántas escenas de hombres motando a caballo existen, a fin de cuentas? Ser escritor consiste en darle tu toque personal. La fantasía, por eso, aún puede y debe reinventarse.

Entrevista publicada en Culturamas
UA-11417039-1