jueves, 17 de enero de 2013

Como si nunca

"...

(...) Ahora sal ahí fuera y no mires atrás. Aprende a caminar sin brújulas, no busques explicaciones, no te hagas preguntas, no dejes de caminar.
Busca otros brazos. Encuéntrala. Encuéntrate en ella. No tardará en aparecer. Llegará un buen día con sus ojos oscuros y su inquietud efervescente y tú te encapricharás, y ella lo negará pero caerá rendida ante tu sonrisa de niño grande, y se enamorará como una verdadera imbécil y tú lo sabrás pero jugaréis al ratón y al gato como si fuese la primera vez. Y tú volverás a notar la gravedad tirando de las suelas de tus zapatos.
Aprende a quererla. Aprende a tratarla como si ella fuera el puto punto de equilibrio que te mantiene en ese centímetro que separa tus pies del precipicio. Como si perdieras los papeles cada vez que adivinas esa línea que dibuja el final de su minifalda. Como si nunca te hubieras sentido tan torpe en la cama, y te atropellase tu síndrome de Stendhal al desnudar su torso, y acabases avergonzado e incómodo pidiendo disculpas. Aprende a quererla como si de verdad ella fuera esa maldita droga capaz de competir con las mañanas de resaca.
Quiérela. Como si nunca antes me hubieras querido así.

..."


3 comentarios:

  1. Joder, tía. Qué poeta.
    Los pelos de punta. Es lo que tienen los textos que encierran en sí una gran verdad. Que duelen y te dejan el estómago en la boca.
    Enhorabuena, chica.
    A ver para cuándo nos traes la novela ya

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