No lo oyes, pero lo sientes, porque allí también está pasando
Y todos chillamos, y todos clamamos al puto cielo
Y hoy llueve.
Se acaba el mundo. Apocalipsis, como en esas películas.
No voy a decirte que me cojas la mano, no llegas.
Esta no es una de esas historias de destrucción en la que los protagonistas se cogen de la mano y todo está bien.
Esta es otra. Una de esas en las que veo un rayo partir el cielo
Y cierro los ojos
Y joder, qué suerte, suena esa canción,
(Donde quiera que estés tú también la escuchas)
(Donde quiera que estés tú también la escuchas)
Y los dejo cerrados, y aprieto los labios
Y el mundo se acaba.
..."
es... genial. escalofriante. las mejores historias son las de destrucción: son las únicas que permiten la reconstrucción desde cero.
ResponderEliminarCuántas veces lo hemos sentido y qué pocas lo hemos sabido expresar tan bien como tú aquí. Muy bien Jara. Saludos.
ResponderEliminaraw. gracias jaja. es solo un trocito. el texto entero quedó... extraño. Será la tormenta, qué sé yo :)
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