domingo, 11 de diciembre de 2011

Niebla


Hablaban. 

Perdidos en la niebla espesa que lamía la hierba a su alrededor. Se pasaban el cigarro despacio, tocándose los dedos, mezclando su aliento blanquecino con el aire y sintiéndose fugazmente invisibles. Sumergidos en la grieta del tiempo, al borde del hundimiento pero parando para tomar aire. 

-No tardaré en irme -pequeñas bocanadas, cada vez más débiles, cuando él prendía el mechero y lo acercaba a su rostro para reavivar el pitillo mientras le rozaba las manos enrojecidas por el frío. 






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