Inocente y canalla. A partes iguales.
Dos protagonistas que de príncipe y princesa tienen poco. Dos personas que se quieren pero que no pueden, no saben, no quieren estar juntas. Un Madrid encantado y desencantado, donde los hilos del destino se mueven por los tejados de Malasaña entre las zarpas de un gato caprichoso.
El estilo de Carlos Salem, que podría decir lo que a él le diese la gana y hasta la mayor tontería sería un puñetero poema.
En fin, que me encantó. Como todo lo que escribe.
Si te gusta a ti, me gustará a mí seguro. Leí en tu anterior entrada que estabas leyendo a Orwell... :) a ver cuándo te pones con el que te regalé, petarda
ResponderEliminarY ni qué decir tiene que quiero ya algún relato tuyo. El último fue hace una puta eternidad. Anda, sal a la calle, enamórate, discute o haz lo que tengas que hacer, vuelve y escribe algo.
Te lo ordeno xD
Tu resumen me ha recordado el Madrid que me enamoró a finales de los ochenta.
ResponderEliminarLa diferencia es que, por aquellos días, las calles del foro estaban llenitas de príncipes y princesas; serán cosas de la edad, o pequeñas traiciones de los recuerdos que atesoré, supongo. :)
La memoria es inteligente :)
EliminarQuería ir a comprar un libro un día de estos. Lo tendré en cuenta ;)
ResponderEliminarEs una delicia de novela, me encantó....
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