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martes, 24 de mayo de 2011

Presentación de Lila, primera novela de Emily Roberts

Siete de la tarde, finales del mes de abril y la primavera hace honor a su nombre. No se sabe si llueve o no, si hace frío o no. La gente observa el cielo inquieta, se abriga del súbito viento que se ha adueñado de Madrid. Mientras tanto, en un recogido y centrico bar de la ciudad, Emily Roberts, una chica de solo 20 años, presenta su primera novela: Lila.

El Bar Cosmos está atestado de gente, no cabe una persona más. Por encima del bullicio, de las charlas sobre el libro, sobre la literatura en general, sobre la poesía en particular y sobre todo un poco, suena un hilo musical que la propia autora ha seleccionado. Explosions in the sky o Kimya Dawson se mezclan con el chinchineo de los botellines y los vasos, con las risas, con el ruido de los flashes de las cámaras de sus amigos.

Emily Roberts espera junto a la puerta, saludando a todo aquél que entra con una sonrisa chispeante, feliz, contagiosa, que desvela el nerviosismo ante la presentación de su primera novela. Lila ha sido publicada por Ediciones Oblicuas. Sin embargo, sus dotes literarias ya habían quedado demostradas antes en otros géneros. Laura de la Parra Fernández, pues este el nombre que esconde su pseudónimo, ha publicado los relatos Las hadas de Arlington Row (2009), Rutinas (2010) y El vuelo pálido de los pájaros en las publicaciones colectivas del Premio Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Ávila. Asimismo, ha sido antologada en Estaban Locos, y sus relatos y poemas han sido publicados en las revistas PrismaRetratos MagazinePoesía Salvaje y Ohio.

En la presentación la acompaña Alberto Trinidad, director de Ediciones Oblicuas, quien comienza por explicar la importancia deLila, el porqué de su publicación. “Ediciones Oblicuas nació con el objetivo de dar a conocer nuevos talentos, de apostar por los jóvenes, o por aquellos que por el motivo que sea no han accedido al mundo editorial”, explica, “Lila es importante por eso. Si fuera la novena novela de una autora consagrada hablaríamos de una buena novela, pero es la primera de una jovencísima autora de 20 años. Por eso Lila es importante no solo por lo que es, sino por lo que promete. Emily Roberts creará las mejores novelas que se publicarán en nuestro país, estoy seguro.”

A su discurso, en el que destacó la importancia de la existencia de editoriales que, menos ceñidas a la lógica empresarial, busquen verdaderamente el descubrimiento de talentos literarios, siguieron las emocionadas palabras de la autora: “Escribí Lilaentre octubre y diciembre de 2009, cuando acababa de entrar en la universidad y de mudarme a Madrid. Empezar a vivir sola, empezar de cero. Lila refleja el choque entre esos dos mundos: el instituto y la universidad, la pequeña y la gran ciudad, el dejar atrás la adolescencia, el cambio, los cambios, los contrastes.”

Lila trata de la lucha por la vida. De cómo, a veces, todo resulta difícil y parece que no habrá nada mejor y de cómo entonces dan ganas de abandonar. Casi todo en la vida es una elección. Incluso sobre las cosas que vienen dadas, nosotros decidimos qué hacer con ellas. La vida misma es una elección”, cuenta Emily Roberts. En su novela, el protagonista es Roger, un joven ingeniero que vive obsesionado con su mejor amiga de la infancia, Lila, a quien invoca desde Nueva York para relatarle de manera imaginaria todos los recuerdos que conserva de ella.

La novela relata, tal y como indica su contraportada, “los años cruciales de la vida de dos adolescentes que no poseen las armas necesarias para enfrentarse a un mundo que no entienden. Y lo hace con una ternura producto de una prosa sencilla y delicada, alejada por completo de la superficialidad o lo almibarado”.


Crónica publicada en Culturamas.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Rebella

Rebella, de Julia Weidner. A partir de 14 años. Editorial Montena, Barcelona 2010. 192 pp. 14’95€

Tienes 16 años y te asaltan muchas dudas sobre ese tema tabú del que nadie se atreve a hablarte sin tapujos: el sexo. ¿Cómo será la primera vez? ¿Qué hay que hacer para gustarle a un chico? ¿Puedo quedarme embarazada?

Estas y muchas otras preguntas se abordan en Rebella, un libro de Julia Weidner, que se presenta a modo de enciclopedia para ofrecer información, de la A a la Z, de todos esos conceptos de los que hayas oído hablar (¡o no!), pasando desde Ablación hasta Zonas erógenas. Rebella, protagonista de este volumen, es un personaje que actúa como narradora a través de la enciclopedia, hablando con la confianza y la naturalidad de una amiga de 16 años.

Es importante saber, además, que Julia Weidner contó con el asesoramiento de ginecólogos de experiencia en el campo de la educación sexual juvenil, por lo que los consejos que ofrece el libro son fidedignos y más contrastados de los que se puedan escuchar por ahí. Con unas llamativas ilustraciones y un estilo desenfadado, explícito y arrolladoramente juvenil, Rebella ayudará a las chicas a mantenerse informadas, liberándose de leyendas urbanas y falsos mitos. Eso sí, siempre desde una premisa fundamental: jamás dejes de ser tú misma.

Un regalo diferente, original, para estas navidades.


Reseña publicada en Culturamas.

domingo, 28 de febrero de 2010

El alma de un poeta

La isla del poeta (Editorial Siruela) puede que sea uno de los ejemplos más claros de la profundización de Jordi Sierra i Fabra en el terreno de los sentimientos. En una novela tan ligera como intensa, nos presenta a dos personajes aparentemente opuestos, Isa e Isaac, aunque el guiño a sus nombres nos permite saber que no son más que dos caras de una misma moneda.

Isa, de diecinueve años, emprende un viaje sola hasta Colombia, con la intención de conocer al poeta que le salvó la vida. Lo que no espera encontrar es a un hombre que con sesenta y siete años ha decidido huir del mundo, escondido en una isla en la que ya no piensa volver a escribir. Huraño y frío, verá en la llegada de la chica una inoportuna intromisión de la que habrá de librarse de inmediato. Para su pesar, el estallido de una tormenta les obligará a pasar la noche juntos.

La novela se detiene, pues, en una sola noche; espacio y tiempo comprimidos al máximo para llevar a cabo una trama que pudiera parecer un ensayo sobre el pensamiento humano, sobre el amor a la poesía y la soledad del escritor. Todo ello combinado con el estilo característico de Sierra i Fabra, claro y sin florituras, contundente, que se servirá de los dos personajes para retratar, quizás, a un solo poeta: las ganas de conocer el mundo y las ganas de alejarse de él.

Reseña publicada en la revista Culturamas

Elena

Elena no ve más allá de su botellín de cerveza.
Verde. Frío. Lo recorre con sus dedos. Detrás, la gente habla, la gente baila, la gente existe. Ella sólo recorre su cerveza. Siempre ha sido de esas que arrancan las pegatinas, para después hacer una bolita con el papel y metérsela en un bolsillo. Ha llegado a adquirir técnica. Primero humedece la pegatina, aprovecha que se deshaga el pegamento y la levanta despacio. Es una experta. Una puta experta.
Porque mientras él habla, mientras él comenta que le gusta su escote, ella sólo levanta una pegatina. Y pone toda su conciencia en ello. Y mientras él dice que hace tiempo que tenía ganas de verla tan cerca, ella estruja con sus dedos el resultado de su obra y lo esconde en sus pantalones.
Porque él quiere verla y ella sólo piensa. Piensa y no dice. No dice que sus ojos se han chocado ya varias veces con las pestañas, de tanto empeñarse en ver. No dice que a veces le gusta más eso de bajar los párpados y masturbar su cabeza con poesía. No dice que lo demás ya le importa un cuerno.
Elena se dejará besar. Elena no soltará el botellín de cerveza. Porque siempre ha pensado que los buenos relatos sólo salen bien si alguien tiene alcohol entre las manos. Más que por lo que desinhibe, por eso del regusto amargo que deja al final de la garganta. Como los buenos relatos: mucho alcohol, mucho sexo, mucha mierda del día después.
Elena no dirá nada esta noche. Flotará mientras ese tipo hace lo que quiere con su cuerpo. Hará su propio recital, más allá de la gente, de las manos, del aire empalagoso de alcohol, sudor y tabaco. Y eso, por unos minutos, será más que suficiente.
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27/II/2010. Para ti, claro.

lunes, 1 de febrero de 2010

Palabras envenenadas

Palabras envenenadas es el título de la novela ganadora del Premio de Literatura Juvenil de Edebé. La ganadora, Maite Carranza. Dejo este vídeo aquí, publicado por el Grupo Edebé (no es mío, no es mío, vengo en son de paz), porque me ha llamado la atención. Porque me parece una novela atrevida, durísima. Me apetece mucho leerla. Me intriga saber cómo logrará desenvolverse en un terreno tan espeluznante como el que ha escogido.

Así que aquí lo comparto con vosotros. A ver qué os parece...

sábado, 30 de enero de 2010

Yo también puedo escribir una jodida historia de amor


Dice Carlos Salem: "Yo también puedo escribir una jodida historia de amor. Sólo tengo que rebuscar en mi propia vida. Cambiar nombres y finales. Sobre todo finales".
Y no una, sino varias, han sido las que nos ha regalado en este libro de relatos que sorprende por su fuerza. La dureza, a veces brusquedad, del autor, contrasta con una profunda sensibilidad que se esconde tras sus palabras. Cada relato, ambientado en escenarios distintos y de lo más variopintos, supone un análisis de las relaciones humanas, una revelación de personajes y actitudes que, ejercida a veces con humor y otras con algo de violencia, deja al lector con sabor a vida. Una estación de metro, el cuarto de baño de un bar, un aeropuerto... cada desafío que plantea el autor es resuelto con una maestría innegable, y con un estilo inconfundible por encima de los diferentes registros que toca.
A Salem se le conoce en ocasiones como el Bukowski de Malasaña, y sin atreverme a un juicio de comparaciones sí diré que se trata de un escritor que merece una consideración aparte. Un auténtico exponente de la cruda narrativa de los últimos tiempos que, con estas pocas páginas, me ha dejado con ganas de más.

domingo, 17 de enero de 2010

Alas de mar y prosa


"La prosa y los versos de Escandar Algeet son un auténtico hostiazo, unas veces de amor a la vida y otras veces por el amor a pegarse contra ella (casi todas las noches). Sentimientos que hacen temblar"

Esas palabras anuncian en la contraportada del libro de Escandar una mínima aproximación a lo que supone leer su obra. Yo la tuve en mis manos ayer, en la misma presentación a la que tuve el placer de acudir, en un club de Malasaña claustrofóbico y encantador. En cualquier caso, ya le había seguido antes, mil veces, en su blog. Perderse entre sus palabras es perderse entre alcohol y vida, es mezclar sexo y poesía. Sobrecoge ser consciente de cómo este autor te hace partícipe de su historia, haciéndo el amor con las palabras, -por muy cliché que suene, jamás había comprendido lo que eso significaba hasta que leí sus primeros versos-. Del mismo modo, escupiéndolas, arañándolas. Como hablaría un chico de ojos tristes y un sombrero en la cabeza, intercalando sorbos a un botellín de cerveza entre poesía y poesía (qué gusto verle en ese estado, frente a un micrófono con forma de pies de cabaretera).
Disfruté de oirle, de combinar su voz frágil con la fuerza de sus palabras. Y como yo, disfrutamos todos.
Ahora, con el libro en mis manos y una firma en la primera página (no pude evitar acercarme y aplaudir su obra), vengo aquí para recomendar esta pequeña maravilla de 110 páginas a todo aquél que disfruta de la buena poesía.
Para los indecisos, dejo también un vídeo que colgaron en Internet y que fue un fenómeno de youtube. No es su mejor poema, me atrevo a decir, ahora que he leído unos cuantos, pero sí puedo decir que es una pequeña muestra, un aperitivo, de todo lo que Escandar Algeet ha creado y ahora nos regala.
Disfrutadlo.


sábado, 2 de mayo de 2009

La elegancia del erizo

Y aquí ha ido a posarse el marcapáginas caprichoso. El libro fue un regalo, y reconozco que ha sido un verdadero placer poder leerlo.
Muriel Barbery, la escritora, maneja con maestría el lenguaje, y nos introduce con una delicadeza sorprendente en el número 7 de la calle Grenelle, donde una niña superdotada y una portera con sensibilidad artística conviven sin conocerse.
Poco a poco, y combinando las reflexiones de ambas, asistimos a un verdadero canto a la vida y al arte. Las pinceladas de la cultura japonesa son frecuentes, también, en este libro.
Es uno de esos libros, uno de esos que empiezas sin saber muy bien a qué te enfrentas y, conforme te vas sumergiendo en sus páginas, descubres que has cogido cariño a cada uno de sus personajes y que no puedes abandonarlo hasta el final. Final que, por cierto, me arrancó alguna que otra lagrimilla.
En definitiva, altamente recomendable. La mejor adquisición del 2009, por el momento, y una auténtica joya que guardaré en mi estantería. Y pienso que cualquier enamorado de la literatura podrá disfrutarlo con la misma emoción.
Eso es todo. Mi marcapáginas duerme la siesta; esta noche le toca mudarse a otra novela.
UA-11417039-1