lunes, 26 de abril de 2010

Y seguimos...

Viva. Viva. Hace tiempo que esa palabra no tiene sentido. Ha cambiado estar viva por ser inteligente. Por respetarse, por hacerse valer. Pero ahora, autómata, zombie, toma cada día un sucedáneo de eso que llaman vida. Un ejemplo mutilado de eso que sí llegó a experimentar un día.

Y ya no le apetece dormir. Porque dormir no es más que descansar unos ojos que han estado despiertos. Y ella no está muy segura de haber visto nada. A decir verdad, piensa que sólo en esas noches de insomnio es capaz de abrirlos un poco, aunque sólo sea para ver a sus pies desnudos apuntando a la puerta.






25/IV/2010. Seguimos con prólogo...

1 comentario:

  1. La última vez que fui a Logroño estuve releyendo retazos de "Te comerás el mundo" y ahora que te leo, me doy cuenta de lo mucho que has mejorado (y ya entonces eras BUENA). Me gustan estos fragmentos que nos vas dejando por aquí, me gustan mucho. Unas cuantas líneas y soy tuya, qué puedo decir.

    Un saludo,
    Raquel.

    ResponderEliminar

UA-11417039-1